La otra orilla
Por la orilla del río
y en la orilla del mar
hay gente que camina,
camina sin pensar,
se mueve despacio,
sin motivo, sin razón,
despacio y naufragando
en una playa de ilusión.
Yo quiero internarme en el mar,
subirme a la caleta
y nunca regresar,
abandonar la tierra,
la arena del mar,
nadar y ahogarme
lejos de este lugar,
hundirme entre las olas,
estar en altamar,
hacer un gran esfuerzo
y evitar llorar.
Me quiero ir,
no quiero regresar
a este mundo eterno
al costado del mar,
debo llegar a la otra orilla,
donde aprenderé a amar.